Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: “Perdone maestro, ¡pero es usted terco!!!.. ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua, el alacrán lo picará..??”
El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza y eso no va a hacer cambiar la mía, que es ayudar y servir”.
Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
Maestro:
• No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño, solo toma precauciones…
• Algunos buscan la felicidad, otros la rechazan, no olvides eso..
• No permitas que la conducta de otras personas condicionen la tuya…
• Cuando la vida te presente mil razones para llorar, muéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír.
Feliz día maestros, sigan cultivando su naturaleza: ayudar y servir.
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